Hace unas semanas, escuchaba una conversación de dos de mis amigas. El diálogo fue algo como esto:
–No sé qué le pasa, amiga… un día llama y al otro desaparece. Yo sé que hay feeling, porque está pendiente de mí, pero no logro entender por qué no termina de lanzarse. El otro día me dejó embarcada y después de dos días me lo encontré. ¿¿Y él?? Tan tranquilo… ni se disculpó. Pasé los dos días preguntándome: ¿qué hice yo de malo?, ¿será que lo espanté? No entiendo su comportamiento… ¿Será que no quiere nada conmigo?
A lo que mi amiga respondió:
–No digas eso, tranquila, amiga, lo que pasa es que está muerto de miedo porque está enamorado de ti… y no lo quiere admitir.
¿Qué? ¿QUÉ?????? (Mi cara de impresión no fue normal)
–¡Tienes razón! Esperaré a que se decida…
¿¿QUE QUEEÉ??? ESPERARÁS TODA LA VIDA…
Me quedé tan maravillada con este diálogo que tuve que desarrollar este artículo. Qué capacidad la que tenemos las mujeres de hacernos la “casita mental”, donde negamos la realidad palpable, que te viene de frente, te golpea y aun así es como si te hicieras la loca para no ver las cosas claramente, las cosas “reales”.
Muchas veces preferimos inventarnos un amor “irreal”, “de final de cuento”, “de novela rosa”, y nunca he entendido para qué (Si alguien que lee esto es psicólogo y me lo puede explicar, le estaré agradecida eternamente, pues soy la primera en sufrir “alucinaciones creativas amorosas”).
Nosotras, al tener la necesidad de hablarlo TODO, terminamos analizándonos las posibles relaciones entre nosotras… vaya error (No somos psicólogas, ¡¡HELLOUU!!).
A ver si estas expresiones y respuestas te parecen conocidas:
“Me trata con indiferencia” →“Eso es porque está interesado y se hace el duro”.
“No me ha llamado aún” → “Ya llamará, se está haciendo el interesante, dale su tiempo”.
“Me contó que salió con una amiga y se la pasó súper bien”. →“Eso lo hace para ponerte celosa, él solo tiene ojos para ti, así no aparezca”.
“Aún no tenemos nada y ya me presentó a la familia” → “Sí quiere algo serio contigo, ¡qué emoción!”.
No, señoritas; vamos a dejar de darnos esos consejos que no sirven sino para crearnos expectativas sin sentido.
Los hombres son más simples, más básicos y van al grano. Si un hombre te trata como un amigo, es que QUIERE SER TU AMIGO; si no te llama, es PORQUE NO LE INTERESAS LO SUFICIENTE; si no aparece, es porque NO TIENE GANAS DE VERTE… No es para nada lo contrario.
Tengo una amiga que pasó 20 años de su vida a la espera de que su primer amor se diera cuenta de que ella era la mujer de su vida. 20 años construyéndose una casita mental maravillosa, en la que él no tenía ninguna competencia aunque sería el invitado de honor cuando se “enterara” de que la quería. ¿Resultado? Él se casó con otra y esos 20 años de la vida de mi amiga, a la basura.
¿No creen que es más fácil ser más sinceras con nosotras mismas? ¿No es mejor dejar de analizar a los hombres y ver simplemente las claras señales que nos dan? ¿Por qué nos negamos a ver la realidad? ¿Será por culpa de tanta novela rosa y tanto Disney?
Nadie está para perder el tiempo, y no por esto las estoy animando a cerrarse a que el amor llegue, pero es que cuando llega te invade de tal manera que no puedes escapar. Cuando se está enamorado de verdad, SE SABE… Es imposible no darse cuenta porque se sale por los poros. Así que si ese hombre no lo demuestra claramente, no es que tenga miedo, no es que no lo quiera reconocer, no es que lo intimides… es que simplemente no le interesas…
Después no digas que no te lo dije.
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